Equipo



Dirk Reinicke

Disfruto de compartir una buena copa de vino con amigos y seres queridos. Cuando llegué a Argentina desde mi Frankfurt natal hace más de 30 años, me sedujo la calidez de la gente, el clima y los buenos vinos. De a poco se fue gestando en mí la idea de integrar estos tres elementos en un proyecto, y así nace “el capricho” de tener una bodega de vinos exclusivos. Aquí hemos logrado amalgamar un excelente equipo humano con el cual enfrentar nuevos desafíos y disfrutar de los logros, un clima privilegiado, y como resultado un vino que me enorgullece compartir con el mundo.

Paul Savio

“Quedó grabado en mí la sensación que tuve cuando caminé este viñedo por primera vez. Fue como transportarme a mi Torino natal, al viñedo de mis abuelos allá en el Piemonte, esa región al pie de los Alpes donde se producen algunos de los mejores vinos italianos.”

Javier Alegresa

“Soy la 4ta generación de bodegueros y enólogos en la familia. Crecí entre tractores y prensas de uvas. La pasión por el vino está en mi sangre, recuerdo que de pequeño bebía agua con unas gotas de vino.
Estoy desde el inicio del proyecto; conozco cada rincón del suelo de Villa del Carmen (sin dudas un lugar privilegiado y diferente), por ello lo elegí especialmente para producir uvas de calidad. Hoy siento mucho orgullo en ver lo alcanzado, pero esto no termina aquí, mañana tendremos nuevos desafíos que enfrentar… por capricho no más.”

Florentina Casao

“Crecí rodeada de viña, y caminando entre las barricas de la bodega de mi familia. Me crie entre el entusiasmo de mi abuelo materno por elaborar el mejor vino, los tubos de ensayo del laboratorio enológico de mi padre, y entre los viajes con mi madre a ferias internacionales del vino, que terminaron despertando en mi esta pasión. Además del vino, soy gran amante de los animales, la cocina y los juegos de mesa.
Soy parte de este equipo desde el primer día, cuando todo era todavía un sueño, un gran proyecto. Desde que comencé, tengo la sensación de que este también es mi capricho.”

Marcela Savio

Como dijo Federico Fellini, un buen vino es como una buena película: “dura un instante y te deja en la boca un sabor a gloria; es nuevo en cada sorbo y, como ocurre con las películas, nace y renace en cada observador.” Esa es para mí la magia de un gran Tannat, sentir las distintas capas que van apareciendo en cada sorbo, son todas diferentes y nunca se repiten.